La honestidad es un valor fundamental que trasciende en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo el empresarial y el político. En Latinoamérica, esta cualidad ha sido objeto de estudio en un análisis exhaustivo sobre tendencias de honestidad que utilizó el Instrumento de Honestidad desarrollado por AMITAI®, y que involucró a candidatos y empleados de nueve países de la región, entre ellos México, Ecuador, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú, República Dominicana y Bolivia.

Uno de los datos impactantes que arrojó este estudio es el cálculo realizado por la ACFE, que establece que por cada dólar robado a una empresa, esta debe invertir cuatro dólares adicionales para intentar recuperarlo. Si la empresa no logra recuperar el dinero robado, se sienta un precedente negativo, enviando el mensaje de que en esa organización «no pasa nada» frente a actos deshonestos.

Análisis de datos sobre confiabilidad

El análisis comparativo de los niveles de honestidad durante el periodo comprendido entre 2017 y 2022 reveló tendencias significativas que inciden directamente en la percepción y la vida de las personas, reflejándose en su conducta tanto dentro como fuera de las organizaciones.

Uno de los hallazgos interesantes fue el incremento en la participación de países como Ecuador, Honduras, Colombia y Guatemala, lo que evidencia un creciente interés por medir la honestidad de los candidatos en estas naciones, mientras que en República Dominicana la participación aumentó menos de 1%. Esto sugiere una preocupación creciente por fomentar la integridad en el ámbito laboral y político de estos territorios.

Además, un factor que no pasó desapercibido en el análisis fue el papel decisivo que la legislación juega en la generación de cambios culturales y sociales. La promulgación de leyes y la creación de instituciones para promover la igualdad de género y oportunidades para las mujeres han tenido un impacto positivo, logrando un aumento del 20% en la participación de mujeres en Honduras, Perú y Bolivia. En cambio, hubo decremento en el número de mujeres que participaron en Colombia y República Dominicana.

Otros tendencias sobre honestidad

El estudio destacó que las generaciones Y y Z tienen una percepción diferenciada respecto a la ética y honestidad, influenciadas por un contexto globalizado y digitalizado. Esto los vuelve más conscientes y críticos respecto a las conductas éticas, especialmente en el ámbito político, social y ambiental.

Resultó llamativo el crecimiento de la participación de la Generación Z (jóvenes de 18 a 23 años) en el análisis de honestidad. Esta generación, influenciada por el contexto actual, muestra una perspectiva única hacia la ética y la honestidad, lo que ha impactado en la correlación entre dimensiones evaluadas en el estudio.

El informe también puso de manifiesto un decremento en la percepción de la lealtad en todas las generaciones, siendo más evidente en la Generación Z. Esta última ha demostrado tener una percepción más fluida y dinámica de la lealtad, especialmente en términos de marcas y empleo, influida por el uso de tecnología y redes sociales, lo que les hace más selectivos y cambian más fácilmente sus preferencias.

Por otro lado, el análisis del periodo 2017-2022 reveló cambios significativos en el respeto al orden social en Latinoamérica. La región ha sido testigo de movilizaciones y protestas masivas que reflejan el descontento de la población y buscan transformaciones sociales y políticas.

En conclusión, este análisis sobre los temas de honestidad en Latinoamérica ha sido revelador, destacando la importancia de fomentar una cultura corporativa que valore y promueva la integridad y la transparencia. Las acciones emprendidas, tanto por las empresas como por los estados, juegan un papel esencial en la percepción y conducta de las personas en la región. Fortalecer la ética organizacional será clave para restaurar la confianza en las instituciones y en el sector empresarial de cada país.